Por
Oscar Alvarez de la Cuadra.
Un mecanismo completo de resucitación es
lo que a últimas fechas observamos tras los 7 años que lleva de momentum el fenómeno ISO 9001, en su
cuarta edición (la 2008). A últimas fechas el ciberespacio se ha visto inundado de publicidad, seminarios
informativos y ominosas advertencias para aquellos que han escuchado de una
nueva norma que viene en camino, especialmente la respetable comunidad de
Representantes de la Dirección (RDs o RBDs) o involucrados de empresas ya
certificadas, muchos de los cuales
llevan cargando cuesta arriba el peso de una certificación lograda a
marchas forzadas, por exigencias de sus clientes y en mucho menor grado de su
Alta Dirección. Y es que del miedo y la desinformación, esa temible fuerza
llamada “la mano invisible” por Adam Smith, está logrando inyectar oxígeno a un
fenómeno que sus más grandes detractores y críticos ya consideraban desgastado,
trillado y moribundo: el de la certificación a ISO 9001.
En búsqueda de emular la fórmula que se
sigue con las preventas de algún nuevo
edificio de apartamentos, los “sneak previews” de los últimos trailers del
Episodio VII de Star Wars o incluso la vorágine ante la salida del iPhone6, el
mercado se está verdaderamente preparando ante ese tsunami cuya cresta ya se
vislumbra en el horizonte, el de una nueva norma, totalmente reinventada y de
la que sus creadores han asegurado no se trata más que de actualizar sobre la
estructura existente, crear un producto mejorado y con mayores beneficios.
Yo no podría criticar descaradamente lo que está
ocurriendo, ya que sería morder la mano que me da de comer y de algo que estoy
plenamente convencido, tras una dosis repetida durante 18 años de la misma
medicina. Exacto querido lector, yo soy usuario de la norma, consultor y capacitador
para su implementación, desde hace ya 20
años. Lo que me obliga a escribir la siguiente entrada a mi blog es la crítica
hacia lo que muchos ya identifican como una gran oportunidad de negocio y un respiro.
Como sabemos los que trabajamos en este ramo, las normas ISO pasan por un
período de revisión de cada 5 años y alternan entre una revisión de forma y una
de fondo. El ciclo pasado fue en 1994 y en el 2000, y ahora se repite en este
2008 y 2015. Del año 1994 al 2000, fue gracias a un replanteamiento estratégico
desde la fuente originadora del fenómeno, el Comité Técnico 176 de la ISO. En
ese entonces se llamó Visión 2000, la cual se concretó en un cambió de enfoque
de una norma estructurada bajo elementos de aseguramiento de la calidad a una
bajo enfoque a procesos y a un peldaño más arriba, el de la gestión de la
calidad. Ahora en una época en la que nada puede ser predecible, más que la
muerte y los impuestos (y el tráfico fuera de control para los que lo padecemos
de a diario en la Ciudad de México), la Visión 2000 se cambia a la estrategia
de la estructura de alto nivel de las normas, donde se crea una marco común
para toda aquella norma de sistemas de gestión por nacer o para las que están
por revisarse y que existían a partir del 2012. El nuevo enfoque incluye un elemento
que en gestión de la calidad, siempre se soslayó y en forma muy superficial tratado
en miles de sistemas de gestión incluso ya certificados: el enfoque basado en riesgos
o la muy soslayada cláusula de acción preventiva.
Afortunadamente para las
empresas que ya cuentan con un sistema integrado ISO 14001 y OHSAS 18001, el
cumplimiento con el nuevo requisito será mero trámite. ¿Pero las empresas que
sólo se quedaron con ISO 9001? Muchos vaticinan el sufrimiento inminente que se
les aproxima a muchísimos sistemas que mal comprendieron el enfoque basado en
procesos y que ahora se les viene una nueva prescripción: reorientar sus
sistemas de gestión al riesgo, cuando en muchos de los casos tenemos sistemas
de corrección de la calidad, basados en una montaña de documentos complicados y no de gestión propiamente.
¡Qué gran oportunidad vislumbran
organismos certificadores, empresas de consultoría y de capacitación! Me incluyo en la bonanza de lo que se viene, pero siempre es importante en una era tan desgastada en los valores, anteponer la ética ante la voracidad de nuevos negocios y ganancias a merced de la confusión de las organizaciones. Desde el
año pasado ya comenzaron a vender cursos de interpretación cuando se trata de
una norma en status de “Proyecto”. No faltará incluso algún organismo avezado
que decida vender preauditorías de diagnóstico para evaluar conformidad.
Ante esta verdadera efervescencia, el
mensaje contundente que nos envía el Comité Técnico 176 a través de los expertos
que están activamente trabajando en la norma es de cautela y de poner
anticipadamente en práctica lo que estarán recetando con el enfoque a riesgos,
uno de los cuales es de destinar recursos a satisfacer los apetitos
especulatorios de los que yo llamo los tiburones o piratas de la calidad.
Aquí ponemos algunos consejos.
- No empiece a cambiar su sistema de gestión de la calidad: aunque la propia ISO tuvo algo de culpa en inocentemente comenzar a comercializar los proyectos de norma desde el proyecto de comité (CD) y el de norma internacional (DIS), no empiece a desechar manual de la calidad, ni sus procedimientos obligatorios.
- Infórmese oportunamente: puede aprovechar todos aquellos cursos que sean de carácter informativo. No acepte ningún curso que despida aroma a interpretación.
- El DIS no es la norma definitiva: aunque ya circula desde julio del año pasado el borrador de norma internacional en versiones oficiales y pirata, tenga en cuenta que puede sufrir cambios aún.
- Dude de empresas de consultoría que ya empiezan a comercializar paquetes de actualización a ISO 9001:2015: lo que le prometan y que tenga que ver con actualizaciones instantáneas, o parches del tipo sistema operativo o de software, NO aplican.
- Revise a fondo su sistema de gestión: si éste es maduro o en proceso de maduración, sencillo, con un buen enfoque de planificación y enfoque a procesos, de mejora continua, de prevención y tiene en cuenta su contexto a la medida de su organización, tiene grandes posibilidades de que la transición sea menos dolorosa.
Y por último asegúrese de estar en
contacto con fuentes confiables de información. La próxima plenaria del TC 176/SC 2 del mes de
abril dará nuevas noticias sobre la dirección que tomará el proyecto en los próximos
meses. El hecho de que vivamos en la era de la infoxicación, como decía Alvin
Toffler, no implica que toda sea buena información y los peligros del espacio
cibernético es que mucha de esta información no es confiable.
Nuestra empresa ya está ofreciendo
seminarios de carácter informativo solamente, para nuestros clientes actuales y
potenciales, que sepan qué es lo que tienen que hacer, qué terreno están
pisando, ahorrarse gastos innecesarios y puedan tomar las providencias
necesarias.
A pesar de que es el 2015, ¡ISO
9001:2015 aún no está aquí!